Retratos en danza (II): Esther Camacho Cerezo

El pasado verano conocí a Esther Camacho Cerezo en el festival Costa Contemporánea. Nos cruzábamos mañana y tarde en las clases de Jordi Costa y Cobosmika, en el comedor donde nos reuníamos más de 30 personas y en los pequeños ratos de tiempo libre. Pronto la reconocí como miembro del grupo, es de las personas con las que es fácil quedarse: su melena de largos rizos rubios le hacen inconfundible. Pero donde realmente conectamos fue en un viaje en coche desde el camping donde nos alojábamos hasta un pueblo cercano, disfrutando en silencio de un atardecer mientras sonaba por casualidad “Perfect day” de Lou Reed. La vida regala momentos muy especiales, de esos a los que la memoria vuelve. Este atardecer con banda sonora fue un regalo que compartimos de forma inesperada y que quedó para nuestro recuerdo. Cuando el silencio se rompió (respetamos el atardecer y su música de principio a fin), las dos éramos conscientes de la suerte que acabábamos de compartir y no fue difícil empezar a hablar de imágenes, de sensaciones, de vivencias, de algo parecido a un ideal de vida. Supe entonces que Esther se dedicaba al arte, que vivía su trabajo de los pies a la cabeza, conectando pensamiento artístico y expresión corporal, tratando de plasmar ambos en soportes versátiles como la fotografía o el vídeo.

Un mes después de conocernos en Costa Contemporánea, Esther me escribía para que le recordase el título de aquella canción y yo le preguntaba más detalles sobre su trabajo. Así empezamos a intercambiar correos e impresiones, ella desde Nottingham y yo desde Madrid.

Pude asomarme a lo que hacía y pronto quise compartirlo. Su obra me interesó de forma especial porque la danza la atraviesa de forma casi horizontal: sus creaciones (ya sean fotos, vídeos, manchas pictóricas, intervenciones o piezas escénicas) mezclan imagen y movimiento, exploran lo visual y lo físico y recorren las distintas conexiones que se generan en medio… el cuerpo es imagen que genera movimiento que genera imagen…

Esther Camacho Cerezo es Licenciada en Bellas Artes y Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual. Vive entre España e Inglaterra y le apasiona la danza y la creación. Ha sido seleccionada para mostrar su trabajo en diferentes ferias de Arte emergente, como Getxoarte 2010 y 2013, Viphoto 2013 y obtenido diferentes becas, menciones y premios de fotografía. En Mayo ha expuesto una recopilación de su trabajo en Nottingham, Inglaterra.

Estos son los pocos datos “exactos” que puedo compartir sobre su biografía. Videoartista, fotógrafa, artista plástica, coreógrafa, intérprete o creadora escénica…, es imposible calificar a Esther como un “tipo” de artista. No es el tipo de soporte lo que define su trabajo, sino la(s) idea(s) que están detrás de cada obra, ideas que además no son estáticas. Creo que detrás de cada obra de Esther hay búsquedas, procesos y conexiones. Y creo que por eso la danza es una clave esencial de su trabajo, como lenguaje artístico (que genera imágenes y expresiones artísticas bellas) pero también como vehículo en constante movimiento que nos permite emprender procesos y búsquedas hacia otros lugares.

“Practico y me interesa la danza contemporánea y habito los lugares de encuentro y desencuentro entre lo escénico y lo plástico. Entiendo la Fotografía como un soporte dinámico y versátil, me interesa mezclar sus códigos con otras disciplinas como la pintura y lo escénico. El concepto de movimiento y transformación en todo su espectro está presente en toda mi obra.”

Entre las obras de Esther, me llamó la atención “Rehearsal in a museum”, una pieza de videoarte (¿o de danza? ¿o de videodanza?) grabada en 2011 en el Museo Reina Sofía, donde Esther juega con todos estos elementos frecuentes en su trabajo: danza, cuerpo, movimiento, espacio, creador, intérprete, figura, transformación, luz, color, cambio… Cada elemento transforma al otro, el resultado de todas esas interacciones puede ser más o menos conducido, pero hay una parte de creación casi genuina, casi casual, que no deja de sorprender. La captación de esa expresión efímera a través del vídeo permite al creador volver a inventar, a intervenir la imagen. Y permite al espectador releer una y otra vez. Si bien la sorpresa o el descubrimiento de lo que estamos viendo solo se vive una vez, es posible volver a ver el vídeo para fijarnos en nuevos detalles y separar los elementos que forman la composición: pensar en el cuerpo que se mueve, en el espacio que está recorriendo, en las formas que crea…

 

Estas son algunas de las reflexiones de Esther Camacho Cerezo sobre “Rehearsal in a Museum” para acuerpodebaile.com:

«Es el movimiento, desde el mero hecho de respirar hasta la acrobacia más compleja, lo que me interesa.

Cuando hice este vídeo, tenía muy reciente mi licenciatura en Bellas Artes, mi forma de trabajar la fotografía, lo audiovisual, pero iba adquiriendo una conciencia y control mayor de mi cuerpo debido a mi implicación con el mundo de la danza contemporánea y lo escénico. En esa época, hace ya más de tres años, exploraba la relación de mi cuerpo con la cámara, la cámara, el espacio y mi cuerpo. Es algo que a día de hoy aún me inquieta y me sirve como motor para seguir trabajando, de alguna manera este vídeo me abrió nuevas líneas de investigación que aún me encuentro explorando. Es el movimiento, no sólo desde la cámara, sino también a través de la cámara, lo que me interesa. El hecho de que mi cabeza y mi cuerpo se tengan que dividir y al mismo tiempo aunar, para poder grabar y estar delante de la cámara al mismo tiempo, me pide una mayor concentración donde elementos como la sincronía, la intuición y el accidente, se ponen de manifiesto.

Este vídeo tiene en común con otros trabajos que he realizado hasta ahora, ese encuentro casi casual, nada estaba planeado, para mi era un día más de ensayos, de prueba y error, de grabar material para luego componer, me tumbé en el suelo, la cámara estaba delante, enseguida me interesó cómo se separaba mi cuerpo del suelo al respirar y a partir de ahí trabajé de una manera muy natural la pieza completa, La perspectiva, cercanía, lejanía, el punto de vista y sobre todo el continuo, el flujo y la transformación son conceptos que me interesan.

El vídeo está grabado en un plano secuencia continuo a tiempo real, el tiempo que dura el vídeo es el tiempo que tardé en recorrer con mi cuerpo la sala del museo, esta versión corta para web contiene más o menos la mitad del recorrido.

Me interesa la idea de cuerpo que habita, recorre, la sala de un museo vacía, como aparece la danza o el movimiento en un nuevo contexto (sala de museo vs escenario) y las nuevas realidades que genera, tanto en el propio movimiento o manera de moverse como con respecto al espacio.

El único trabajo de postproducción que tiene el vídeo, es que la imagen está volteada 180º, algo que es recurrente en algunos de mis trabajos para alterar ligeramente la realidad.

Ha sido proyectado en varias exposiciones como el salón de artistas emergentes Getxoarte Bilbao y Open Studio de Arteleku San Sebastián.»

¡Gracias, Esther, por dejarme abrir esta ventanita a tu mundo!

Espero que sigamos compartiendo viajes sorprendentes y lugares comunes.