El Goethe Institute en Damasco ha abierto sus puertas temporalmente en la capital alemana, convertido en un foro para artistas de Siria y Alemania. Durante dos semanas y media el espacio presenta un programa cultural en torno a las ideas de hogar, huida e identidad.
(*) Traducción del artículo»Cultural exchange in exile«, publicado el 20 de octubre de 2016 por Hendrik Bensch en el diario deutschland.de | Project room “Goethe Institute Damascus | In Exile”, 20 October until 5 November 2016
El Goethe-Institut en Damascus, establecido en 1955, fue uno de los primeros centros de cultura alemana en el mundo. En 2012, el centro de la capital siria cerró sus puertas debido a la grave situación de inseguridad. Ahora, el proyecto-espacio cultural «Goethe Institute Damascus | In Exile» abre sus puertas en Berlin. Durante dos semanas y media, alrededor de 100 artistas sirios y alemanes se reunirán para tratar las cuestiones de hogar, huida e identidad, en forma de conciertos, exposiciones, talleres, lecturas, proyecciones y debates. Hasta el 5 de noviembre, el Goethe Institute intenta de este modo abrir oportunidades para la producción artística desde el exilio, al tiempo que presenta trabajos internacionales.
Tal como señaló en la inauguración Johannes Ebert, Secretario General del Goethe Institute: «Nuestro objetivo con este proyecto es dar voz a artistas en el exilio. El espacio está ubicado en un local comercial abandonado en el distrito Mitte de Berlin, y pretende ser un lugar de encuentro para artistas de Siria que viven ahora en Alemania o en otros países europeos. Además, estos eventos darán la oportunidad de discutir acerca de las perspectivas que los artistas ven para Siria. La artista Alina Amer ha remarcado lo importante que es contar con un foro de esta naturaleza ya que, dadas las circunstancias políticas y la falta de avances en este sentido, las condiciones de trabajo para los artistas sirios se han deteriorado sin cesar a lo largo de los últimos años. Amer comenta que «simplemente, se ha hecho casi imposible expresarte artísticamente en el modo en el que quieres hacerlo».
«Un lugar de encuentro desaparecido»
Hasta 2012, artistas y creativos, estudiantes y otros agentes de Alemania y Siria solían encontrarse en el Goethe Institute en Damasco. Además de proyecciones y exposiciones, el programa incluía simposios y seminarios, con temas que iban desde la arqueologías hasta la igualdad de derechos para las mujeres. «El Goethe Institute fue uno de los mejores centros culturales en Damasco», según Pelican Mourad, quien trabajó allí como asistente de programación. «Fue un importante punto de encuentro para todos los artistas que intentaban presentar su trabajo. Hoy por hoy, los sirios en el exilio echan en falta aquello». «Este proyecto podría cubrir esa cariencia al menos por un tiempo».
En las próximas dos semanas y media, se celebrará un programa que incluye a invitados como Rasha Abbas, que presentará su libro de relatos «La invención de la gramática alemana»; habrá discusiones sobre el futuro de la literatura y la edición en siria… El director de teatro Anis Hamdoun y el crítico de arte Hanno Rauterber debatirán sobre la politización del arte contemporáneo y el impacto de la guerra en Siria sobre ello. Incluso una serie de proyecciones de cine sirio en colaboración con Berlin’s Akademie der Künste.
Sobre el programa: https://www.goethe.de/en/uun/ver/ver.cfm?fuseaction=events.detail&event_id=20824137
Tres de los participantes sirios del proyecto “Goethe-Institut Damascus | In Exile” fueron entrevistados por deutschland.de, unos días después de este artículo. La entrevista original, en inglés, se puede leer aquí.
Rula Ali, video artist © Hendrik Bensch
¿De qué trata tu video instalación?
Entrevisté a sirios de diferentes perfiles sobre la idea del diálogo (por ejemplo, escritores, un emprendedor y un artista). Me interesa especialmente encontrar qué problemas surgen cuando el diálogo no funciona. Mi objetivo es usar las ideas de las entrevistas para crear algo nuevo, no sólo en forma de escultura, también trabajos textiles.
¿Cuál fue el punto de partida para tu instalación?
Nos preguntamos: ¿cómo podemos trasladar lo distintivo del Goethe-Institut de Damasco? Como el diálogo era un aspecto central, esa idea nos pareció adecuada. Otro punto de partida fue el tema de las lenguas como el alemán, que no son fáciles de aprender, y sin embargo, cuando se produce una integración existe una fuerte presión para aprenderlo rápidamente de modo que sea posible establecer el diálogo.
¿Por qué te pareció importante contribuir y dar forma al espacio de este proyecto?
El proyecto me parece conmovedor, muy sensible, porque trae un pequeño trozo del Damasco en el exilio. Es un proyecto interesante porque promueve el intercambio artístico, y por tanto el diálogo entre artistas de diferentes lenguas.
Jalal Maghout, director and producer © Bernhard Ludewig
¿A qué tipo de retos solías enfrentarte como artista en Siria?
Antes de 2005 había casi exclusivamente espacios culturales gubernamentales. Si querías organizar una exposición, necesitabas permisos especiales. Y no podías conseguirlos tan fácilmente a no se que tuvieses algunas conexiones. De 2005 en adelante, comenzaron a abrir muchas pequeñas galerías, pero la mayoría interesadas en el aspecto comercial del arte. Se enfocaban en la percepción del arte como industria. Ese fue el motivo por el que muchos artistas comenzaron a buscar alternativas. El Goethe-Institu en Damasco fue una de ellas, y a los artistas les gustaba exhibir sus obras allí.
¿Cómo se vive como artista en el exilio?
Lo principal es continuar con tu trabajo artístico. Para ello, lo primero que necesitas es resolver las cuestiones más fundamentales: encontrar un lugar para vivir y aprender el idioma. Necesitas hacerte con nuevos contactos y establecerte como parte de la comunidad artística. Eso toma su tiempo. Por eso, proyectos como el “Goethe-Institut Damascus | In Exile” son realmente importantes: ayudan a construir puentes entre artistas que llegan de Siria y la sociedad que reside en Alemania.
Suleima, tu película de animación sobre una mujer activista durante la revolución siria, es una parte importante de este proyecto. ¿Por qué elegiste a esa protagonista?
Su vida describe de un modo muy fiel las vidas de muchos sirios: trabaja detrás de la escena y sufre por causa de la guerra. A pesar de ella, intenta ayudar a los demás una y otra vez. Es una pequeña historia de la revolución que representa tantas otras.
Mey Seifan, bailarina y coreógrafa © Goethe-Institut
En 2011 comenzaste a construir un archivo de sueños. ¿En qué consiste el proyecto?
Me interesaba indagar en lo que sucede a nivel inconsciente. Comencé con una página de Facebook, proponiendo a la comunidad que me contasen sus sueños. Más tarde empecé a hacer algunas entrevistas, por ejemplo en campos de refugiados en el Líbano. Quería analizar cómo habían cambiado los sueños desde la revolución en Siria. También me pregunté: ¿tienen los sirios un subconsciente común, compartido? Y a partir de los sueños comencé a trabajar en su adaptación a danza-teatro.
Dentro del proyecto “Goethe-Institut Damascus | In Exile”, vas a formar parte de un debate titulado ‘Arte como huida’. ¿Qué supone para ti esa pregunta?
Se ha puesto de moda adquirir o consumir arte de las zonas donde habitan los refugiados. Y todo el mundo quiere hacer también arte para los refugiados. Pero esto nos lleva a la pregunta de qué sucede entonces con la calidad artística. E incluso: ¿no está siendo el tema de los refugiados explotado? Son cuestiones muy sensibles. Yo creo que el arte debería hablar por sí mismo.
Si tuvieses un deseo, como artista en el exilio, ¿cuál sería?
En los últimos años anteriores a la revolución, había un clima muy hermoso en Siria. Sería maravilloso si pudiésemos tener un espacios permanente aquí, para continuar alimentando ese clima. Un espacio donde conocernos, encontrarnos, ensayar, intercambiar ideas y revitalizarnos. Eso sería increíble.